En nuestra estetica piel de seda ponemos al servicio de nuestros clientes la alta frecuencia, es una tecnología ampliamente utilizada en el cuidado facial profesional debido a sus múltiples beneficios terapéuticos y estéticos. Es un tratamiento eléctrico que utiliza corrientes de alta frecuencia y baja intensidad, generando un efecto energizante y desinfectante en la piel. Su aplicación en cabinas de estética se ha convertido en un estándar por su versatilidad y eficacia.
¿Qué es la Alta Frecuencia?
La alta frecuencia es una corriente alterna de alta frecuencia (generalmente entre 100 kHz y 250 kHz) que, al pasar por un electrodo de vidrio, produce una descarga eléctrica visible como un arco luminoso o chispa. Este electrodo se puede aplicar de manera directa sobre la piel o indirecta, transmitiendo la energía a través del contacto con el cliente o mediante masaje. La corriente es suave y segura, adecuada para todo tipo de pieles cuando es aplicada por personal capacitado.
Funciones Principales Sellado de poros y control de grasa:
La alta frecuencia estimula la circulación sanguínea y linfática, promoviendo la oxigenación y eliminación de toxinas. Esto ayuda a reducir la dilatación de los poros, disminuyendo la aparición de puntos negros y controlando la producción excesiva de sebo.
Efecto antibacteriano:
Gracias a la emisión de ozono durante la descarga, la alta frecuencia posee propiedades antisépticas, eliminando bacterias en la superficie de la piel. Esto la hace especialmente efectiva en pieles con acné o tendencia a imperfecciones.
Desinflamatoria y calmante:
El flujo eléctrico estimula los tejidos, favoreciendo la regeneración celular y reduciendo la inflamación. Es ideal para pieles sensibles, con rojeces o después de procedimientos como limpieza facial profunda o extracción de comedones.
Estimulación de colágeno y elasticidad:
La energía de alta frecuencia activa el metabolismo de los fibroblastos, lo que contribuye a mejorar la elasticidad y firmeza de la piel, así como a un tono más uniforme y saludable.
Cicatrización y reparación de la piel:
Se acelera la regeneración de tejidos en pequeñas lesiones, microcortes o marcas superficiales, siendo un complemento útil en tratamientos post-peeling o microdermoabrasión.
Tratamientos para acné: Elimina bacterias y regula la producción de sebo, reduciendo brotes y previniendo futuras inflamaciones.
Pieles grasas o mixtas: Ayuda a equilibrar la producción de grasa y cerrar los poros dilatados.
Pieles sensibles o con rojeces: Su efecto calmante reduce inflamación y mejora la textura de la piel.
Tratamientos anti-edad: Estimula colágeno y elastina, favoreciendo la firmeza y luminosidad facial.
Post-limpieza facial profunda: Minimiza irritaciones y acelera la recuperación de la piel después de extracciones o exfoliaciones.
Tipos de Electrodos y Aplicación
Electrodos de vidrio: En forma de espiral, huevo, punta o varilla, adaptados a cada zona facial.
Aplicación directa: Se desliza el electrodo sobre la piel o se aplica sobre las imperfecciones para efecto antibacteriano y cicatrizante.
Aplicación indirecta: El profesional sostiene el electrodo mientras el cliente sostiene un segundo electrodo, permitiendo masajes energizantes por todo el rostro.
Beneficios Adicionales
Mejora la microcirculación y oxigenación celular.
Favorece la penetración de productos activos en tratamientos de mesoterapia o sueros.
Reduce bolsas y ojeras por su efecto drenante y estimulante.
Genera sensación de relajación y bienestar durante la sesión.
Aunque la alta frecuencia es segura, no se recomienda en casos de:
Embarazo.
Marcapasos o dispositivos electrónicos implantados.
Piel con heridas abiertas profundas o infecciones graves.
Personas con epilepsia o enfermedades cardíacas.